Hoy, su FBI dio otro paso en su promesa de plena rendición de cuentas. Durante demasiado tiempo, los líderes corruptos anteriores y sus facilitadores utilizaron la aplicación de la ley federal como arma, dañando instituciones que alguna vez fueron orgullosas y erosionando gravemente la confianza pública. Todos los días, continuamos la lucha para recuperar esa confianza y, bajo mi liderazgo, este FBI enfrentará el problema de frente. En ninguna parte esta politización de la aplicación de la ley fue más flagrante que durante el engaño del Rusiagate, un capítulo vergonzoso de la historia que seguimos investigando y exponiendo. Todos, especialmente aquellos en posiciones de poder, tendrán que rendir cuentas, sin importar su posición. Nadie está por encima de la ley.