Hoy en Market & Castro, tuve una de las experiencias más aterradoras que he tenido en SF. Mi amigo y yo acabábamos de terminar el desayuno y estábamos saliendo de un café en la intersección cuando un hombre con una sudadera roja se acercó a nosotros, murmuró cosas y lo evitamos. Pensamos que eso era todo. Mientras seguíamos caminando hacia la intersección, él volvió y de repente comenzó a lanzarnos puñetazos. Retrocedí, le dije que se alejara y nos alejamos rápidamente. Pero se intensificó. Fue a la gasolinera en la esquina, volvió con un limpiaparabrisas y comenzó a perseguirnos por la calle, golpeando y gritando insultos raciales, perfilándonos a ambos. Mientras corría, llamé al 911. Aún en la llamada, encontré una tienda cercana en la que entrar. Los dueños de la Variety Store fueron increíbles, nos ayudaron y nos dejaron esperar adentro mientras yo seguía en la llamada. Pero aquí está la parte que realmente me impactó: esperamos más de 30 minutos y nadie apareció. Piénsalo. Un hombre nos había atacado, estaba armado con un objeto, estaba lanzando discursos de odio y aún estaba merodeando por la cuadra. Y la policía nunca llegó. No podíamos salir de la tienda de manera segura. Al final, tuve que llamar a un Uber solo para llegar a media cuadra de mi auto. Mi amigo también llamó a un Uber solo para hacer una cuadra hasta su apartamento. Y mira, tengo el privilegio de poder permitirme esa escapatoria. Pero, ¿qué pasa con las personas que no pueden? ¿Que se ven obligadas a pasar junto a alguien así, sabiendo que no llegó ayuda incluso después de llamar al 911? Así no es como se supone que debe funcionar la seguridad pública. La gente no debería quedar atrapada en una tienda, esperando que la persona no regrese, porque los oficiales nunca llegan. @DanielLurie, ¿cómo puede SF afirmar que está haciendo las calles más seguras cuando situaciones como esta son ignoradas? La gente está en riesgo, y es imposible sentirse seguro cuando las llamadas al 911 no traen ayuda.