Los principales servicios de streaming han invertido miles de millones en contenido premium, construyendo vastas bibliotecas que mantienen a los suscriptores enganchados. Nos tentamos a seguir su ejemplo, pero eso sería demasiado fácil: cualquiera puede tener éxito con esa fórmula. Así que nos preguntamos: ¿qué pasaría si construyéramos una plataforma de streaming sin invertir nada en absoluto? ¿Qué pasaría si no nos enfocáramos en la calidad NI en la cantidad? ¿Cómo sería eso? Hace un par de años, la respuesta fue CNN+, pero eso fracasó misteriosamente. Hoy, la respuesta es Bee Minus: una plataforma con justo suficiente contenido para que te registres y luego te olvides de ella durante varios ciclos de facturación.