En un extremo, muchas fundaciones de criptomonedas no informan sobre sus finanzas y operan con total opacidad (por ejemplo, Solana). Otras, como Ethereum, son mucho más transparentes de manera regular. Quizás las actualizaciones semestrales para las empresas públicas no sean una mala idea después de todo. Pero la opacidad total no debería ser aceptable. Es sorprendente que Solana tenga un pase mientras anuncia acuerdos de DAT de miles de millones de dólares en los que está involucrada su Fundación.