Imagínese si retrocediéramos y eso fuera 140 años y viéramos el primer automóvil Ford salir de la línea de producción en Detroit, y nuestros hijos trabajaran en una planta de fabricación de buggy que fue hecha para poner un caballo delante. Estaríamos diciendo lo mismo en este momento. No me preocupo por estas cosas en absoluto. Creo que lo que sucede es que cada generación de avances tecnológicos desplaza a un porcentaje de la población trabajadora durante un período de tiempo, pero la revisión de la economía y las mejoras de la productividad lo compensan.