Una vez que pones en marcha el metabolismo, está muy claro cómo el apetito se correlaciona con la lujuria por la vida. El aumento del consumo aumentó la producción. Nunca he tenido una energía como esta. Mi deseo de perseguir todo se ha disparado. Soy insaciable. Estoy comiendo tres comidas completas al día con bocadillos, el ejercicio es espontáneo y divertido, el tiempo está lleno de reuniones, socialización frecuente. Todo es divertido. Soy un horno y la vida es mi combustible. Puede ser mucho mejor.