La comunidad de cigarros es, con mucho, la más generosa que he conocido. Este tipo que veo de vez en cuando en el salón de cigarros se acercó a mí y me regaló este cigarro de la nada. Soy un disfrutador ocasional de los cigarros. Pero en las pocas veces que he estado en el salón, solo he conocido gente genial.