A largo plazo, es imposible tener el fruto de la civilización cristiana sin tener la raíz de la fe cristiana. Mi intuición es que la mayoría de los evangélicos americanos que desestiman tan alegremente la noción de una nación cristiana no entienden lo que realmente están pidiendo (aunque algunas naciones occidentales una vez grandes en Europa están comenzando a tener un atisbo de cómo podría ser una civilización apóstata). Un poco más de conocimiento sobre lo brutales y bárbaras que han sido históricamente las naciones no cristianas sería útil. Sugiero leer algo como "El libro que hizo tu mundo" de Vishal Mangalwadi o "Cómo el cristianismo cambió el mundo" de Alvin Schmidt para obtener una perspectiva. La libertad y la prosperidad que las naciones occidentales han disfrutado durante tanto tiempo no son "naturales" en un mundo caído. Y ciertamente no son el producto del racionalismo secular, el marxismo o alguna otra religión, ninguna de las cuales se ha acercado a reproducir la bondad, la verdad y la belleza que penetraron y moldearon la cristiandad occidental. En este momento, en gran medida, todavía estamos viviendo de el capital cultural que nuestros antepasados acumularon. Pero no durará para siempre - y lo que venga después no será bonito sin un regreso a la fe que construyó Occidente. Nuestros antepasados cristianos trabajaron muy duro para exorcizar su cultura de lo demoníaco. Sería una pena que invitáramos a los demonios de vuelta - especialmente porque es probable que regresen siete veces peores. Por fe, nuestros antepasados construyeron la mejor civilización que el mundo ha conocido - con América (en la mayoría de los aspectos) como la piedra angular. Si derribamos su trabajo, no será fácil reconstruir a partir de las ruinas. Las civilizaciones son frágiles. En este momento, tenemos una gran oportunidad de aferrarnos a lo que queda de Occidente y reconstruir. Pero tenemos que luchar por ello. Y, al igual que nuestros antepasados, eso significa luchar por fe, utilizando cada arma que Dios ponga a nuestra disposición.