Generalmente definimos el "éxito" en cualquier esfuerzo de la vida con estados finales en mente, es decir, X millones, Y trabajo, Z posesiones. Pero esos son objetivos de escasez: los objetivos de nuestra primera vida. La segunda vida comienza cuando te das cuenta de que el verdadero objetivo es seguir viviendo en la búsqueda de un objetivo más grande que nunca se alcanza realmente. Por eso "$10 millones no son suficientes". No porque no sea materialmente suficiente, sino porque está definido en términos finitos y no hay esperanza ni viaje en ningún número en sí. Los peores objetivos tienen un punto final material: dinero, un peso, la jubilación. Porque una vez que los alcanzas, vuelves a cero en propósito. Esperabas felicidad o éxito en la línea de meta, pero te sientes igual. Pero el error fue no darte cuenta de que te habías enfocado en el objetivo equivocado. La estrategia de "alcanzar un objetivo, establecer un nuevo objetivo" es solo un mecanismo de afrontamiento. Te mantiene en movimiento, pero te agota y te pone en una cinta de correr hedonista. Lo que realmente funciona es establecer objetivos más grandes que la vida que no terminan. Por eso las personas con una fe profunda a menudo parecen más felices. Su objetivo es inalcanzable en esta vida, pero siempre tienen pasos que seguir y eso les da propósito. Ves esto en los Bitcoiners también, cuando su enfoque se convierte en algo más que solo dinero, sino en una misión basada en creencias. El peor lugar para estar es viviendo el objetivo finito de otra persona, como permanecer en un trabajo "prestigioso" o salir con alguien por apariencias y luego decirte a ti mismo que debes estar "agradecido" porque te engañas a ti mismo aceptando la miseria como una especie de virtud humilde. Pero la gratitud en este contexto es defectuosa. Si la envidia es comparar hacia arriba, la gratitud (como se practica comúnmente) es solo comparar hacia abajo. Ambas son comparaciones. La verdadera gratitud es apreciar que eres único con tus propios objetivos y viaje, no dónde estás en relación con los demás. El éxito material te engaña haciéndote pensar que el juego se trata de terminar objetivos. Pero el verdadero éxito y la felicidad es tener una estrella del norte a la que nunca llegas, que te mantiene aprendiendo y creciendo. La gente idolatra a los multimillonarios, pero se enfoca en lo incorrecto. Los más felices gastan la mayor parte de su riqueza en filantropía. Crean vehículos para dar, para apoyar a sus seres queridos, para construir legados. Sus objetivos no están establecidos con un final. Así que establece objetivos impactantes de estrella del norte que no terminen. Luego vive en la búsqueda de esa estrella del norte: esa es la victoria, el verdadero éxito en ad infinitum.