Los manifestantes han irrumpido en el Holiday Inn en Heathrow, donde se alojan los solicitantes de asilo. Han rodeado el edificio y el aire tiembla con un cántico: "ENVÍALOS DE VUELTA. ENVÍELOS DE VUELTA. ENVÍENLOS DE VUELTA". Esto es lo que sucede cuando un gobierno ignora a su pueblo, cuando la ira se desborda porque las voces de los ciudadanos comunes son descartadas como "marginales" o "extremistas". No son marginales. No son extremistas. Están furiosos y han terminado de ser silenciados.
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